Amigos

martes, 4 de septiembre de 2012

Chocolate



  No sé como comenzar este escrito y es que tengo tanto que contar, y tan pocas palabras para hacerlo; creo que la única manera de poder expresar todo lo que mi interior está experimentando sería abrazarte, fuerte, tan fuerte que casi fuese asfixiante, en ese momento en que serías capaz de leer incluso mi más recóndito pensamiento. Pero bueno procuraré contar (o no hacerlo...) todo lo que siento.

  La sensación es de profundo bienestar con una mezcla de pavor extremo, y es que todo en mi interior está en guerra, esta en sentido contra puesto. ¿Qué es lo que debería hacer? ¿Dejo que se libre la batalla? ¿La detengo? ¿De qué lado me coloco? Demasiadas preguntas y ninguna respuesta clara. Bueno miento si que tengo algo claro, que me gusta el chocolate.

  De siempre me ha encantado lo dulce, no solo el chocolate y la bollería. Me han gustado las personas dulces, me ha gustado la dulzura de un violín sonando, de mirar al cielo y ver las nubes, de sentir el tacto de una piel suave en contra puesta a la mía.... Pero tal vez ahora escuchando lo que realmente siento, lo que realmente oigo en mi interior es que necesito la dulzura a mi alrededor. Me desprendo de esa coraza que me protege (o eso creo yo) de todo lo que no me gusta, y solo lo hago cerca de la dulzura. Peke sabes que contigo la dulzura se atrevió incluso a posarse en tu nombre... Este piano que suena de fondo me esta haciendo que los ojos se pongan vidriosos a punto de romper en mil pedazos.... pero deseo tanto hacerlo, aquí en mi soledad, en mi propia oscuridad, ausente de dulzura.
 
  Se que tengo más gente que a mi alrededor reparte dulzura, pero a ti.... si a ti, debo agradecerte que hayas decidido compartir la tuya conmigo. Y es que el chocolate sabe diferente, es que incluso puede ser tan dulce que llegue a asustarme. Y es que creo que estoy probando tanta dulzura, que el miedo que tengo es que se acabe. Que no quede más chocolate que compartir, que no queden más miradas, que no queden más abrazos, que no quede.... que no quede.... y que por el contrario vuelva la noche, la oscuridad, la soledad.... miedo irracional pero que surge de esa cicatriz a medio cerrar que solo la dulzura está cerrando.